Septiembre 18 de 2023
La casa del Marqués de San Jorge es quizá la única mansión ubicada en La Candelaria que aún mantiene su estilo auténticamente colonial. Su estructura conserva los muros en adobe, columnas talladas en piedra, techo en tejas de barro, escaleras y balcones corridos en maderas; características propias del encanto y la excelencia de la arquitectura colonial santafereña. Esta espléndida propiedad fue adquirida por el Banco Popular en 1970 para ser transformada en epicentro de la cultura material prehispánica del país.
Actualmente, el MUSA resguarda más de 13.000 vestigios arqueológicos rescatados y restaurados; por tanto, cada espacio del museo está diseñado para explorar y detallar la gran diversidad de cerámicas en arcilla elaboradas por culturas indígenas que habitaron diferentes regiones del territorio colombiano como: los Tairona, Muisca, Guane, Quimbaya, Calima, Nariño, Sinú, Tumaco, San Agustín, entre otras.
Al visitar el MUSA podrás admirar desde (tazas, jarras, instrumentos musicales, entre otros objetos elaborados) por diferentes tribus indígenas. Para que aproveches al máximo tu visita, te sugiero detallar algunas piezas insignias que debes conocer porque representan la variedad estética de nuestros antepasados y su forma de percibir la vida, la muerte y el mundo.
Urnas funerarias
Unas de las piezas que debes conocer son las urnas funerarias, utilizadas por nuestros antepasados para la ejecución de ritos funerarios. Me dice Óscar Martínez, coordinador de proyectos del MUSA que, a causa de la cosmovisión indígena acerca de la muerte, estas urnas eran consideradas como úteros por algunas comunidades indígenas (para nuestros antepasados la muerte no era considerada la etapa final de la vida, por el contrario, así como una madre da a luz a un ser, la muerte era considerada una etapa de tránsito para el renacimiento de un nuevo ser.
De acuerdo a cada cultura y comunidad, las urnas que alberga el MUSA tienen características distintivas que revelan por cuáles pueblos indígenas fueron elaboradas. Por esto, algunas urnas detallan los rostros y cuerpos de individuos en diferentes tamaños, formas y texturas (cada urna era hecha según la jerarquía del difunto, así mismo era la ceremonia).
Sonidos ancestrales en un vaso silbante
Mientras recorría los espacios del MUSA y me maravillaba con su vasta colección, de fondo escuché un sonido musical suave y armonioso que me impulsó a seguirlo. Así llegué hacia la sala de música, un espacio que resguarda instrumentos musicales precolombinos hechos en barro cocido (sustrato que provee la tierra y es base para la elaboración artesanal).
Entre los objetos musicales que conserva el museo se hallan instrumentos de viento como flautas, conchas que emiten sonidos, ocarinas, pitos y otros tantos. Pero hay un elemento que, sin duda, es una asombrosa creación de la época prehispánica: el vaso silbante de agua, un instrumento donde se unen los cuatro elementos de la creación: tierra, fuego, aire y agua.
Al elaborar el vaso, y para que este tuviera solidez, las diferentes culturas lo moldeaban con arcilla, después era sometido a altas temperaturas y cocido al fuego (así tomaría consistencia sólida). Al interior de este instrumento (hecho de tierra y fuego) circula el aire y en su interior hay agua que, de acuerdo a su movimiento, produce una unión armónica manifestada a través del sonido.
Transfiguración y la magia ancestral
El siguiente espacio que no te puedes perder es la sala de transformación, donde se exponen piezas hechas por artesanos precolombinos que plasmaban a personajes de su comunidad a través de animales como la serpiente, el jaguar, peces o por medio de escenas donde, quizá, los chamanes se transfiguraban en animales sagrados.
En esta sala podrás observar otras piezas arqueológicas de varias regiones. Algunas muy características son las de la cultura Quimbaya, quienes habitaron las regiones del Alto y Bajo Cauca colombiano; sus cerámicas se caracterizaban por ser abstractas, a diferencia de los Tumacos cultura de la Costa Pacífica colombiana, quienes se distinguían por hacer piezas muy figurativas con rasgos fuertes y muy definidos.
Otro vestigio importante que te sugiero observar con detenimiento es el ‘hombre pescado’ una pieza de grandes aletas, orejas inmensas, ojos abultados, brazos cortos y un estómago enorme. Me comenta Óscar Martínez, que se creía que quizá el ‘hombre pescado’ es la representación de algún ser fuera del mundo que habitamos.
Por otra parte, el MUSA dispone de un taller de cerámica donde tendrás la oportunidad de ser orientado por Teodoro Duque, tallerista de cerámica del MUSA, quien te enseñará y guiará en todo el proceso de manipulación del material (arcilla). Disfruta de talleres de modelado de arcilla y conviértete en alfarero elaborando sellos, rodillos, manillas, pinturas sobre cerámica e instrumentos musicales, entre otros.
Como ves, Bogotá es una ciudad que cuenta con escenarios para sumergirte en la historia y cultura de civilizaciones antiguas que dejaron un legado e influyeron en la configuración de la sociedad actual.
Así que ¡visita el MUSA! ubicado en la carrera 6 # 7- 53, un recinto que alberga el patrimonio arqueológico más importante del país y que proporciona una visión única de la vida y las costumbres de comunidades que habitaron hace siglos el territorio colombiano.
¡Turistear por Bogotá te conecta con el pasado!